Este hermoso poema de la Madre Teresa de Calcuta nos transmite su reflexión de que ocurre al transmitir nuestra sabiduría a través de palabras o ejemplos, haciéndolo de manera consiente o no.
Luego cada alumno transmuta la enseñanza a su propia personalidad y convierte la enseñanza en su propia verdad de vida, llevándola a cabo de acuerdo a lo que somos cada uno.
Esto es parte del maravilloso intercambio que se produce cuando enseñamos y aprendemos.
Lo mejor es cuando recordamos las enseñanzas que han tocado nuestra vida y las personas que fueron los protagonistas.
Cada uno de nosotros somos maestros de nuestra sabiduría y alumnos de lo que necesitamos aprender.
Cuando más practiquemos, seremos mejores maestros y también alumnos más aplicados.
Podre olvidar lo que me distes, podre olvidar lo que me dijiste, pero nunca olvidare como me hiciste sentir.
V Roude
No hay comentarios:
Publicar un comentario